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La solución a la resistencia a los antibióticos pasa por un trabajo conjunto y multidisciplinar

El papel del laboratorio de microbiología es clave, proporcionando diagnósticos cada vez más rápidos y precisos

 

La resistencia de las bacterias a los antibióticos, una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad, según la OMS, crece de manera alarmante. Según datos del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades, cada año en Europa más de 670.000 infecciones se deben a bacterias resistentes a antibióticos y aproximadamente 30.000 personas fallecen como consecuencia directa de ello.

“Incluso se habla de una ‘era post-antibiótica’ en la que infecciones comunes podrían volverse potencialmente mortales ante la falta de antibióticos efectivos para tratarla”, señala Pedro Fernández Echauri, Facultativo Especialista en Microbiología de la Sociedad de diagnóstico Analiza. “No solo es un problema circunscrito a enfermedades graves de entornos hospitalarios; nos encontramos ya con enfermedades comunes que en ocasiones son difíciles de tratar por ejemplo gonorrea, tuberculosis o neumonía”, añade.

 

La solución pasa por que todos los agentes relacionados con el ámbito sanitario trabajen de manera multidisciplinar contra las resistencias a los antibióticos. Juegan un papel determinante los programas de optimización del uso de los antibióticos (PROA) implantados en la mayoría de hospitales, que buscan mejorar el pronóstico de los pacientes, controlar la aparición de resistencias y garantizar el uso de tratamientos coste-eficaces. Dichos programas son coordinados por la comisión de enfermedades infecciosas de cada hospital, que organiza un equipo multidisciplinar integrado por tres profesionales esenciales -un médico formado en enfermedades infecciosas, un farmacéutico y un microbiólogo- y otros como preventivistas, intensivistas, pediatras y personal de enfermería.

 

 

Placa con aislado de Pseudomonas aeruginosa multirresistente

 

 

Importancia del laboratorio

El laboratorio de microbiología debería ser la primera línea de actuación en esta materia, según Mercedes Lerma, Facultativo Especialista en Microbiología de Analiza. “Nuestro papel es la identificación de los patógenos y la determinación de sus patrones de sensibilidad y resistencia antimicrobiana, informando con rapidez y fiabilidad al personal clínico. Nosotros validamos e informamos de la existencia de bacterias multirresistentes al equipo de control de infecciones del hospital”, afirma.

 

 

Los PROA de los hospitales buscan controlar la aparición de resistencias a antibióticos

El equipo de control de infecciones aísla a los pacientes portadores gracias a los avisos del laboratorio de microbiología, que además proporciona información al médico para que este pueda prescribir el tratamiento dirigido más adecuado. “Esto es esencial dado que está ampliamente documentado que la supervivencia del paciente está directamente relacionada con una pronta identificación del patógeno causante de la infección”, explica Fernández Echauri.

 

Los fundamentos del laboratorio clínico se basan por tanto en diagnósticos lo más rápido y certeros posibles, gracias a las técnicas más avanzadas, y en la colaboración con el hospital para evitar la diseminación de infecciones y resistencias dentro de las salas y pacientes ingresados. Otra función crucial del laboratorio, además de transmitir su experiencia y resultados a nivel científico o de investigación, es concienciar a la sociedad sobre la importancia de un uso racional de los antibióticos, subraya Pedro Fernández Echauri.


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