Juan Rodríguez: “Precisión y calidad son la prioridad en los laboratorios Analiza”

El corazón de la actividad de Analiza es el laboratorio clínico, donde comienza el proceso de diagnóstico y se da respuesta al estado de salud de los pacientes. Uno de los primeros laboratorios Analiza, puesto en marcha en 2012, fue el ubicado en el Hospital Universitario HLA La Inmaculada de Granada. Este emblemático laboratorio, que procesa más de 500 muestras diarias, tiene al frente a un veterano director técnico: Juan Rodríguez.

Este médico especialista en análisis clínicos y hematología está a punto de cumplir cinco décadas de profesión, todas ellas al frente del laboratorio del hospital granadino, donde comenzó a trabajar en 1975. También destaca su labor simultánea durante 40 años como jefe clínico del hospital público Virgen de las Nieves de la ciudad andaluza. Toda una vida dedicada al laboratorio y al diagnóstico, la última etapa de la mano de Analiza.

A lo largo de su trayectoria, ha sido testigo de cambios revolucionarios en el sector, desde procesos completamente manuales hasta la automatización avanzada que hoy define la práctica. En esta entrevista, Juan Rodríguez reflexiona sobre su experiencia, los retos que ha enfrentado y sus expectativas para el futuro de los laboratorios clínicos.

¿Cómo ha evolucionado el laboratorio a lo largo de los años?
La evolución ha sido impresionante desde los años 70. Cuando comencé, los análisis eran completamente manuales, utilizando equipos muy básicos como espectrofotómetros y contadores de hematocritos. Después pasamos, gracias a la última tecnología por aquel entonces, a hacer 12 determinaciones de bioquímica. Aquello era un mundo cuando se puso en marcha. Cada prueba requería mucho tiempo y esfuerzo, pero era lo mejor que teníamos en aquel momento. Hoy en día, contamos con cadenas automatizadas que pueden procesar cientos de muestras y determinaciones al día con una precisión increíble. La automatización no solo ha mejorado la rapidez, sino también la calidad y la seguridad en los resultados.

¿Cuáles son los principales desafíos para un laboratorio hoy en día?
Uno de los retos más grandes es gestionar la creciente demanda de pruebas. Cada vez se desarrollan más técnicas diagnósticas, lo que amplía la variedad de parámetros que los médicos solicitan. Esto supone un gran esfuerzo logístico y técnico.

¿Cómo se aseguran la calidad y la precisión en el laboratorio?
La calidad es una prioridad absoluta en nuestro laboratorio. Contamos con certificaciones, como la ISO 9001 y la ISO 15189, que exigen un control exhaustivo de cada proceso, desde la recepción de muestras hasta la entrega de resultados. Tenemos procedimientos estandarizados y trabajamos mano a mano con el Departamento de Calidad de Analiza y con su directora, la Dra. Amelia Fernández. El nivel de exigencia es muy alto y el beneficio final para el paciente y para el hospital es importantísimo.

¿Cuántas personas forman parte de su equipo en el laboratorio y cómo es la dinámica de trabajo?

Actualmente, el equipo del laboratorio Analiza en La Inmaculada está formado por 14 personas, incluyéndome a mí y a mi adjunta, la Dra. Rocío Márquez. Es un grupo muy compacto y bien organizado, ya que debemos cubrir todas las necesidades del hospital las 24 horas del día. Nos encargamos de realizar las analíticas tanto para consultas externas como para pacientes hospitalizados y urgencias. Además, tenemos un horario extenso de extracciones, por la mañana y por la tarde. Por la noche, el equipo de turno se asegura de que las muestras de los pacientes ingresados sean procesadas a tiempo. La cercanía y la coordinación dentro del equipo son fundamentales para que todo funcione, especialmente en momentos de alta carga de trabajo.

¿Qué habilidades considera esenciales para dirigir un laboratorio?
Creo que lo más importante es tener una buena capacidad de gestión de personas. Saber escuchar, tener “mano izquierda”, entender las necesidades del equipo y mantener un ambiente laboral positivo es fundamental. Además, es imprescindible contar con habilidades organizativas para coordinar los procesos técnicos y administrativos. También es clave mantener una comunicación fluida con la dirección del hospital y con los médicos, ya que trabajamos en estrecha colaboración con ellos para garantizar un servicio eficiente.

Echando la vista atrás, ¿cuál ha sido el reto más difícil de su carrera?
Sin lugar a duda, el período del COVID-19 ha sido el más duro. Durante la pandemia, el volumen de trabajo se disparó, la presión era enorme y la incertidumbre constante. Nuestro equipo trabajó sin descanso para realizar pruebas diagnósticas y atender a los pacientes del hospital. Fue una etapa muy complicada, tanto a nivel profesional como personal, pero también demostró el compromiso de todo el equipo.

¿Qué destacaría de trabajar con Analiza?
Lo que más valoro de Analiza es cómo han fomentado la unión entre los equipos de los diferentes laboratorios. Desde que entraron en 2012, nos han dado oportunidades para reunirnos, compartir experiencias y aprender unos de otros. Esto ha creado un ambiente de colaboración y compañerismo que no existía antes. Además, siempre hemos contado con el apoyo de directores que entienden las necesidades del sector y del personal, lo que ha sido clave para mantener un alto nivel de calidad.

¿Qué nuevas técnicas o avances considera clave para el futuro de los laboratorios clínicos?

El futuro de los laboratorios clínicos está claramente marcado por el desarrollo de tecnologías más rápidas y menos invasivas. Por ejemplo, creo que la química seca será un avance revolucionario. En el futuro, no será necesario extraer grandes volúmenes de sangre; bastará con una pequeñísima muestra, incluso tomada directamente de la piel mediante dispositivos avanzados, para obtener una gran cantidad de parámetros diagnósticos. Este tipo de tecnología simplificará mucho el proceso tanto para los pacientes como para el personal del laboratorio. Además, supongo que la inteligencia artificial transformará la forma en que operamos en los laboratorios. Pero eso ya no lo experimentaré en el trabajo. El próximo año me jubilaré y lo veré todo desde el otro lado, como paciente.

Para terminar, ¿qué es lo que más le gusta de su trabajo y cuál considera su mayor logro?
El laboratorio ha sido mi vida. He pasado más tiempo aquí que en mi casa, y eso lo refleja el cariño que siento por este lugar. Lo que más disfruto es la satisfacción de saber que mi trabajo contribuye directamente al diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Además, trabajar con un equipo tan comprometido hace que el día a día sea muy gratificante. Y mi mayor logro es seguir disfrutando de mi trabajo después de 50 años, y eso es algo que no tiene precio.


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