Si tiene alguno de estos síntomas puede padecer un problema de sensibilidad alimentaria.
La sensibilidad alimentaria o alergia retardada a los alimentos es una respuesta inmunológica patológica incluida en las denominadas reacciones de hipersensibilidad tipo II y III, es decir, mediada por la formación masiva de inmunocomplejos Ag alimentario- IgG. La precipitación de éstos a nivel vascular da lugar a la activación del sistema del complemento y en consecuencia, al inicio de un proceso inflamatorio responsable de los daños colaterales en los tejidos próximos a la reacción inmunológica.
Los antígenos alimentarios más típicos son glicoproteínas de bajo peso molecular capaces de generar una respuesta inmunológica heterogénea en la que predomina la producción de IgA. Incluso en condiciones normales, pequeñas cantidades de macromoléculas alimentarias son absorbidas y neutralizadas por inmunoglobulinas circulantes, formando inmunocomplejos que contienen IgA e IgG que se aclaran rápidamente sin ocasionar patología alguna.
Numerosos estudios relacionan determinados alimentos con reacciones de hipersensibilidad mediadas por inmunoglobulinas IgG. La continua ingestión de estos alimentos a los que se es sensible, provoca una constante presencia de anticuerpos específicos en el torrente circulatorio, que son los responsables de iniciar las alteraciones tisulares y desencadenan los síntomas de la intolerancia alimentaria.
Hoy, mediante un análisis de sangre es fácil detectar cuáles son los alimentos que producen esta patología. Analiza dispone del análisis más novedoso para valorar la sensibilidad alimentaria. Estudiamos la respuesta frente hasta 200 alimentos diferentes, examinando cada uno por duplicado con la última tecnología de microarray.
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